Las etapas por las que transitan los niños sordos luego de ser implantados son:

1

Detección

Tiene como objetivo que la persona detecte con precisión la presencia o ausencia de sonido. Se emplean sonidos del cuerpo, instrumentos musicales y sonidos del medio ambiente para que el niño se familiarice con los sonidos de su entorno y logre saber cuándo hay o no ruidos a su alrededor.

2

Discriminación

Tiene la finalidad de diferenciar unos sonidos de otros, partiendo de pares de sonidos muy distintos hasta llegar a diferencias mínimas perceptibles. En el caso del lenguaje, esto incluirá pares de palabras o sílabas como /pa/ /ba/ /pala/ /bala/. El niño debe ser capaz de decir si los sonidos son iguales o diferentes.

3

Identificación

Tiene como fin el reconocimiento de estímulos auditivos en contextos cerrados con pistas claras. Se recomiendan actividades de conteo, acentuación y ritmo e identificación de palabras fonéticamente similares.

4

Reconocimiento

Similar a la fase anterior, pero en situaciones abiertas fuera de contexto. La persona debe reconocer y repetir palabras y frases descontextualizadas. El niño debe ser capaz de repetir sonidos aislados de palabras y frases, y asociar un sonido con su significado almacenado en la memoria.

5

Comprensión

En esta última etapa, el niño enfrenta conversaciones cada vez más complicadas, desde diálogos cara a cara con el especialista hasta conversaciones sin apoyo de la lectura labiofacial y con la intervención de otras personas. Debe atribuir significado a los sonidos y al lenguaje para responder de manera apropiada.

Sin embargo, para la rehabilitación estas etapas no están aisladas, sino que forman niveles. Los niveles de la rehabilitación que se asumen son: